En el metro de París hay unos "planos indicadores luminosos de itinerarios" que captan la atención de cualquier visitante. Ya escribí sobre ellos en anteriores entradas. Se implantaron a partir de 1937 y su número llegó a superar los 160, repartidos en estaciones y algunos hoteles.
Su tecnología era rudimentaria, un cableado físico unía cada botón del tablero con las luces correspondientes en el mapa. En cada Pili había entre 3 y 4 kilómetros de cable. Este sistema presentaba diversos inconvenientes principales: sólo permitía mostrar 350 estaciones, con lo que no abarcaba toda la red; el cableado era específico para cada estación, o sea que si se quería trasladar un Pili, había que reclablearlo por entero; y también era difícil actualizarlos. A partir de 1994 se empezaron a introducir sistemas basados en microprocesadores y fibra óptica que resolvían estos problemas. Aún así, en 1999 todavía quedaban 134 Pilis operativos. Los dos o tres que vi recientemente en París no funcionaban.
Fotos cedidas por RATP
Su tecnología era rudimentaria, un cableado físico unía cada botón del tablero con las luces correspondientes en el mapa. En cada Pili había entre 3 y 4 kilómetros de cable. Este sistema presentaba diversos inconvenientes principales: sólo permitía mostrar 350 estaciones, con lo que no abarcaba toda la red; el cableado era específico para cada estación, o sea que si se quería trasladar un Pili, había que reclablearlo por entero; y también era difícil actualizarlos. A partir de 1994 se empezaron a introducir sistemas basados en microprocesadores y fibra óptica que resolvían estos problemas. Aún así, en 1999 todavía quedaban 134 Pilis operativos. Los dos o tres que vi recientemente en París no funcionaban.
Fotos cedidas por RATP
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